Juan Pompeyo Aveiro


III ESTACIÓN 
-por la consagración del azar -
Caja-libro escrito e impreso sobre papel hecho a mano.
Textos:Juan Pompeyo Aveiro.













Lisboa, en algún año



Yo, un aviador que anhela ver las costas desde arriba.
El único giro que da el avión al doblar.
J. P. Aveiro



..............................................................................................................................................

Buenos aires, mayo 2020



Un espejo


Tengo recuerdos de Granada.

Del Mar en Portugal.
De la música que escuché en la playa de noche, de las ondas que aparecen en la oscuridad. Son olas, o un perro en la orilla. El horizonte perdido. No veo mucho mas.

Ya viajé, y sigo. Tengo los mejores recuerdos del ritual de mi familia yendo al Mar.


A esta hora suelo dibujar, con tinta azul.

Mi sangre es mas azul desde que me reencontré con Lisboa  (en esta vida). Aún  siento su primer perfume, su viento cálido en abril. Alfama, el Castelo Sao Jorge, Sintra, la Pastelaria Rossio,  la ginginha del hotel, el Barrio alto, las luces y las sombras de esta ciudad también son mis luces y sombras.
En cada esquina un espejo, miles  de texturas y su historia, latiendo desde abajo. Un maremoto, las casas pombalinas, su gente.
No existe nada mas noble que las pessoas.
Y de estas personas es El escritor que habla en nombre de la humanidad. El habla con los espiritus, los propios y los ajenos.
Me lo imagino a Pessoa caminando por Baixa Chiado.
Me imagino a Pessoa caminando por la Rúa dos Sapateiros.
No es esa la Rúa que mas me atrapa, pero sé que el Escritor trabajaba ahí.
Sé que escribía todo el tiempo, pero mas de noche y de pie.
Sabemos que escribía en el Café, ese libro.

Hace dos meses que volví desde Lisboa a Buenos aires. Luego de una larga charla con aquella ciudad (que me adoptó),  decidí volver a la energía de mi hogar.


Aquella ciudad sabe todo de mí. Sabe que la respeto y amo en la misma medida. Nos elegimos, y si hablamos de amor nuestro amor es auténtico.


Juan Pompeyo Aveiro. 


............................................................................................................................................



Sobre la propia conciencia espiritual

Tejo, está bien, ya aprendí.
Hablemos, Tejo: te dedico mis dibujos, llevate mis viejos libros, esos libros ajenos que no son míos.
Fantasmas, demonios con nombre de culpa y mandatos de otra era. Llevate todo , Tejo.

Disfrazamos con piel, nombre y apellido, las nubes internas que son internas. No son de otro.
A la batalla, a la explosión, a la lucha. 
Viene gente y dice: tenés dos ojos. También dicen que la espiritualidad tiene nombre.
Sin embargo la conciencia espiritual...andar acompañado, leer desde adentro. El viento del Río.

Tantas veces al cerrar los ojos escucho tu música. Y tus palabras que fluyen. No tenés nombre. Nadie puede presentarnos porque ya nos conocemos. Es como caminar acompañado. 

Juan Pompeyo Aveiro.



................................................................................................................................................................

Buenos aires, diciembre de 2019


Desarmo mi forma de Ver
para empezar un nuevo camino.

Me desarmo. Con los ojos cerrados VEO.

Empiezo, pauso, sigo haciendo.

El espacio queda vacío,
como el hueco que deja un bote cuando parte al Mar.

Enfrentar es: - Desarmar.
                     - Hacer.
                     - Pausar.
                     - Hacer.
                     - Fugir.

(ya me dejaste ir).


Juan Pompeyo Aveiro.

...............................................................................................................................................................













No hay comentarios: